Mía tiene diecisiete años, un hermano pequeño de ocho, un padre músico y el don de tocar el chelo como los ángeles. Muy pronto se examinará para entrar en la prestigiosa escuela Juilliard, en Nueva York, y, si la admiten, deberá dejarlo todo: su ciudad, su familia, su novio y sus amigas. Aunque el chelo es su pasión, la decisión la inquieta desde hace semanas.
Una mañana de febrero, la ciudad se levanta con un manto de nieve y las escuelas cierran. La joven y su familia aprovechan el asueto inesperado para salir de excursión en coche. Es un día perfecto, están relajados, escuchando música y charlando. Pero en un instante todo cambia. Un terrible accidente deja a Mía malherida en la cama de un hospital. Mientras su cuerpo se debate entre la vida y la muerte, la joven ha de elegir si desea seguir adelante. Y esa decisión es lo único que importa.
Este libro es una BELLEZA, me hizo llorar desde principio a fin. La vida de Mia cambia en instantes debido a un accidente automovilístico que tuvo junto con su familia. De alguna manera mediante su alma puede ver todo lo que sucede a su alrededor en el hospital mientras su cuerpo esta en recuperación.
La lectura nos introduce el pasado de Mia mientras recuerda momentos junto con su familia y amigos al estar presente en alma en los momentos del accidente y del hospital. Noticias y circunstancias dolorosas la hacen decidir luchar por su vida, vivir el presente para seguir adelante y enfrentar todo lo que ha pasado o ir hacia la luz. Rápido de leer y una lección de vida, no estamos solos, la familia es mas que la sangre.
Continúa con...
Han pasado tres años desde que Mía, tras el trágico accidente, dejó su ciudad natal en la Costa Oeste para iniciar su nueva vida en Juilliard, el prestigioso conservatorio de Nueva York. Y también tres años desde que abandonó a Adam sin darle explicaciones. La idea de perder a Mía supuso para Adam un auténtico tormento, que cristalizó en un puñado de desgarradas canciones que los catapultaron a él y su banda, los Shooting Star, a la fama.
Ahora, convertido en una estrella de rock, con una novia famosa y acosado continuamente por fans y periodistas, Adam vive sumido en un estado de permanente hastío y confusión. Hasta que una noche, en Nueva York, su camino vuelve a cruzarse con el de Mía, convertida ya en la excepcional chelista que prometía ser. El inesperado encuentro se prolongará hasta el amanecer y les brindará la ocasión de abordar lo que ocurrió realmente en el pasado y lo que el futuro podría depararles.
Primero que nada no puedo creer que hayan pasado tres años, treeees años sin verse, sin hablar, ni un mensaje, nada. Me parece loco, cuando quieres a una persona que pasa por algo doloroso, se entiende que quiera un tiempo a solas, pero no te das por vencido o viceversa, no te das por perdido.
La lectura es comentada desde el punto de vista de Adam, nos enteramos de lo que paso desde el final del primer libro y como continua su vida de músico sin Mia en los últimos tres años hasta encontrarla por casualidad y como este encuentro da un giro total a lo que sucedió y no en todo ese tiempo.
La verdad me saque de onda por la gran cantidad de tiempo que se dejo pasar, pero quizás en este caso era lo correcto o lo que tenia que suceder porque el recuentro fue FENOMENAL y tan lindo que quiero volver a llorar de felicidad.
